Lejos de ser polémico, anticipo que el título del post más que ser una afirmación, es una consulta. En numerosas ocasiones, desde que mi amigo y cuñado Benito, allá por el instituto, me soltara una de las citas a las que nos tenía acostumbrados, no he dejado de pensar en la certeza de esta frase. He de pedir disculpas por que, a pesar de que el leído Benito, estoy seguro, me dijo, nombre, apellidos y posiblemente vida y milagros del citante, yo no recuerdo nada de toda esa información que supongo califiqué como superflua, cuan ignorante es la juventud… ¿y que feliz?.
Normalmente me mantengo informado del mundo a través de la radio por las mañanas, un periodico leído muy superficialmente mientras desayuno y de uno o dos telediarios (siempre distintos) por la televisión. La cuestión es que de vez en cuando y cada vez con mayor frecuencia, necesito descansar, es una sensación extraña, pero es como si mi cabreo general, normalmente bajo cero, fuese subiendo grados, cada vez que me entero de las distintas corrupciones, bajadas de pantalones políticas, desviaciones de atención a temas superfluos que acaparan la información en lugar de los verdaderamente importantes… políticos elegidos constitucionalmente que quieren hacer cosas inconstitucionales, antiguos presidentes a los que creía respetar y que ahora me avergüenzan con sus declaraciones, una justicia injusta y pusilánime que parece favorecer a los delincuentes y no respetar a los ciudadanos respetables… y un sinfín de cuestiones más que con las que cada uno de nosotros podríamos rellenar páginas y páginas.
Los que más me cabrean, es decir, por lo menos de momento, me hacen más infeliz, son esos que son absurdos, que carecen del más mínimo sentido común y que hacen aflorar los más mezquino del ser humano, ya sea por actos delictivos o simplemente por que un político nos tome por idiotas.
Es en este punto cuando veo que ya estoy saturado cuando decido pasar una semana o dos sin recibir información buscada de medios informativos, a los cuales generalmente también hay que echarles de comer aparte y con los que tengo pendiente, entre mis planes de procrastinación, realizar un experimento. Pasado este tiempo vuelvo de un modo natural a la búsqueda de ese saber cotidiano… hasta que reviento como después de una mala borrachera.
Es aquí cuando pienso que sí, que es mejor no saber para ser más feliz, como un niño, es mejor estar desinformado para no poder darte cuenta de estúpidas limitaciones que rodean este mundo. Creo que esta desinformación por otro lado y muchísimos temas nos ayudan simplemente a vivir. Pongo ejemplos: Si cada vez que muriese un niño de hambre en el mundo nos informarán, no con macro cifras en un telediario, sino cuando estuviésemos tomándonos una cerveza en una terraza, viniese el camarero cada X segundos y nos dijera… Otro niño acaba de caer por hambre y sed, ha pasado 20 días horribles, mirad su foto… ¿podríamos seguir con nuestro modo de vida occidental?. ¿Querríamos saber que a la humanidad le quedan 50 años (y esto es una hipótesis) por culpa de los contaminantes y del cambio climático que se supone hemos ocasionado nosotros mismos y saber que nuestros hijos o nietos no pasarán de los 20 años?. Creo que hay cosas que es mejor no saberlas y que si las supiésemos nos llenarían de infelicidad, aunque esta afirmación, por si sola, sea horrible.
Por otro lado, también estoy convencido de ello, pero en ámbitos completamente diferentes, el saber es capaz de proporcionarnos niveles de felicidad extremadamente altos. Comprender una obra de arte y admirarla, incluso explicársela a un conocido mostrándole un mundo hasta hace pocos segundos desconocido para él. Comprender un fenómeno meteorológico, escuchar música con los oídos del experto, darte cuenta que has vencido a un fuerte rival en una partida de Ajedrez o simplemente ser consciente de ti mismo, de tu soledad y disfrutar de ese momento…
Es cierto que un niño, en circunstancias normales, con su inocencia, con su ignorancia (aunque no siempre van cogidas de la mano) tiene muchas más posibilidades de ser feliz que un adulto, ahora bien, ¿nos cambiaríamos por ellos para siempre?, ¿dejaríamos de lado sentimientos, placeres, recompensas que se disfrutan y aprendes a disfrutar con el pasar de los años?…
Por favor, QUIERO SABER sus respuestas.
Si se espera mucho de la vida es probable que te termine decepcionando. Si tus expectativas son moderadas, cada buena noticia es un regalo.
No obstante si todos nos conformaramos con poco no estaríamos donde estamos (por suerte o por desgracia)
que lindo!! en verdad que lindo, ver que somos miles o incluso millones los que pensamos así 😉