Estoy volando Nueva York en un vuelo petado de gente, hemos hecho escala en Frankfrut y todavia me quedan siete horas de vuelo… Aún así no recuerdo haber emprendido un viaje con tanta ilusión como con este. Todo el mundo que lo ha visitado me habla bien de esta ciudad, además las condiciones en las que voy creo que son casi inmejorables, si no contamos el presupuesto con el cuento. Lo primero es que no vamos a un hotel, vamos a casa de una amiga nuestra que se ha portado de lujo al dejarnos su apartamento mientras ella esta de vacaciones navideñas en España, Gema, gracias a 35 mil pies de altura, para mi lo del alojamiento es una suerte. Creo que lo hoteles tienden a despersonalizar un poco, además no es lo mismo llegar a un sitio y poder tumbarte en un sofa que quedarte en una habitación de 13 m2 y no tener otra cosa que hacer que no sea tumbarte en la cama. En un apartamento puedes cocinar y alargar la charla con tus compañeros de viaje. Además por lo que me han contado es un barrio con una situación inmejorable y que no tiene mucho turismo, por lo que saldré un poco de la rueda en la que, estoy seguro, me sentiré un poco borrego, siempre me pasa en los viajes. Es la zona donde Woody Allen rueda muchas de sus películas, Upper West Side.
Lo que más me atrae de NY es que parece ser que todo el mundo encuentra su lugar, si eres de una manera especial, Nueva York tiene un lugar reservado para ti. Otra de las cuestiones que me han impresionado es que parece ser que a pesar de lo grande de la ciudad, en general la gente es muy amable y están dispuestos a ayudarte siempre que necesitas una mano. Leer Historias de Nueva York, de Enric Gonzalez, me ha hecho entender un poco mejor la historia, sobre todo los comienzos de la que ahora es, probablemente la capital del mundo. También explica, entre otras muchas cosas, por que la mentalidad de los Neoyorkinos es tan radicalemente diferente del resto de los Estadounidenses. En definitiva, un libro muy recomendable.
Quizá me lleve una decepción a mi vuelta y el post de regreso sea algo deprimente, pero de momento creo que habrá mucho que contar y que recordar.
Un comentario en «Camino New York»